Syngenta CB Almería atraviesa su mejor momento desde que es equipo de Liga Femenina-2. Con tres victorias consecutivas, frente a Andratx, Lima-Horta Barcelona y Movistar Estudiantes, el equipo almeriense protagoniza la mejor racha actual del Grupo B, junto con el Rivas Promete y el UCAM Jairis.

Tres victorias que han llegado en los tres primeros partidos de la escolta estadounidense con pasaporte nigeriano Lillian Chukwueze, que se ha convertido en uno de los grandes estandartes del equipo con 21 puntos y casi 11 rebotes de promedio, a pesar de jugar en posiciones exteriores, que al mismo tiempo ha liberado a la jamaicana Tajay Ashmeade, con 19 rebotes de media en estos tres últimos encuentros.

Lillian Chukwueze afirmaba tras el partido del domingo que se siente “genial”, “orgullosa” y “muy contenta por el equipo y por el trabajo que estamos haciendo”, algo que, piensa, puede ayudar al equipo “a llegar lejos esta temporada”, y que sus números individuales son posibles “gracias al apoyo de mis compañeras”.

Para la jugadora con pasaporte cotonú, “al principio estábamos jugando a lo que quería el otro equipo; nosotras simplemente debíamos de tener más calma y hacer nuestro juego para mover mejor el balón”, algo que se consiguió a partir del segundo cuarto.

La estadounidense también ha agradecido el apoyo recibido por la afición almeriense: “Me encanta, hay muchos seguidores, conocen y gritan nuestros nombres y nos ayudan a ganar; nosotras lo apreciamos realmente y nos hace estar siempre dispuestas para jugar”, explicaba.

Por su parte, la entrenadora del Syngenta CB Almería, Pilar López Alcoba, señalaba que el de Movistar Estudiantes era un partido en el que “teníamos poco que perder y mucho que ganar, era un equipo que estaba por encima nuestra, de la zona alta, y sabíamos que era muy importante ganar en casa para alargar la racha”. Una serie de partidos ganados que “si ya con dos suponía un subidón, ahora con tres nos hace ir a muerte para preparar esta semana el partido con Segle XXI”.

Según Pilar, el equipo almeriense parecía al principio “muy cansado, no estábamos metidas en el partido ninguna de las cinco jugadoras en pista; no conseguíamos mandar ningún sistema y tuvimos que tirar de acciones individuales para anotar al menos cinco puntos y no despegarnos”. “La consigna”, decía la entrenadora, “era intentar nuestros sistemas, nos ha costado bastante pero a partir de que nos hemos puesto por delante hemos podido hacerlos para llevar el balón donde queríamos, y las cosas han salido mejor”.