El presidente del Ángel Ximénez Puente Genil, Mariano Jiménez, vivirá el cuarto año de su club de balonmano con un objetivo que ya ha transmitido a la plantilla: el de conseguir la permanencia cuanto antes par consolidar al equipo en la ASOBAL. "Es el momento de que eso ocurra porque después de tres años, y con una permanencia muy sufrida lograba hace tres meses, hemos reforzado la plantilla y contaremos con más presupuesto", afirma. Las cuentas económicas están pendientes del cierre del acuerdo por parte de la entidad pontana con el operador petrolífero "AVIA", que negocian la posiblilidad de que la marca forme parte del club. En ese caso, pasaría a llamarse "Ángel Ximénez AVIA Puente Genil".

Mariano Jiménez tiene buenas sensaciones, y más tras el gran esfuerzo que ha hecho la junta directiva para corregir aquello en lo que se falló la pasada campaña. El máximo mandatario ha hecho un análisis de los errores que se pudieron cometer. En este sentido, ha reconocido que "no fue nada bien desde principio" porque "se amrchó Rafa Baena, que tenía dos años de contrato; fichamos a Potic y Kramarz y nos equivocamos porque no rindieron como esperaba, la lesión de Chispi, y el adiós de Fernando Barbeito". A partir de ahí, "fichamos a Rudovic y dio resultado; al igual que jugadores como Vojvodic, del que me ha dolido su marcha; pero con Mario Porras y Nacho Moya en su misma posición no entraba en las posibilidades".

Por otra parte, y siendo otro de los asuntos complicados de la campaña pasada, el presidente se ha referido a la salida de Javier Cabanas del que ha dicho que "es una magnífica persona", pero "en los entrenamientos no se acopló bien a los jugadores que teníamos en ese momento o los ocho años que llevaba sin entrenar fueron un hándicap". Ahora el sustituto del burgalés es el malagueño Quino Soler, del que Mariano ha subrayado que debutará en la categoría y tendrá que poner mucho de su parte. Además, apunta a que su capacidad para gestionar grupos ha sido uno de los motivos más importantes para su contratación.