El sábado el Ángel Ximénez jugará un importante partido en Huesca, un choque que para su técnico, Javier Cabanas, tendrá una motivación extra. Y es que por primera vez en su vida se medirá a su hijo como rival, ya que uno de los principales estiletes del conjunto oscense es Álvaro Cabanas . Por ello dijo que "jugar en contra de tu hijo tiene un punto especial de sentimentalismo", eso si, "lo peor será el cachondeo para el que pierda. Ya sabe que yo necesito más la victoria, pero en el campo no hy familia ni amigos".

"Mi hijo es el mejor finalizador de ellos", apuntó, al margen de evidentemente ser el jugador al que mejor conoce, para destacar de él que "posee un gran punto de salida al contaataque porque ve muy fácil el pase directo de la portería", así que será una de las virtudes del Bada Huesca a abortar.

Para ello, todo hace indicar que Cabanas recuperará un efectivo para las rotaciones, ya que Miguel Ángel Olea podrá reaparecer este sábado para dejar atrás más de dos meses de baja por lesión, con el deseo además de hacerlo "aportando" a un equipo de Puente Genil que "necesita sumar". El jugador malagueño cayó lesionado el pasado 5 de marzo en la vigésima jornada ante el Abanca Ademar de León y desde entonces ha padecido con "mucha impotencia la marcha del equipo".