Ya no tendrá que esperar ningún aviso por parte de la Real Federación Española de Balonmano, porque la permanencia en la División de Honor Plata es matemática aunque descendieran tres equipos.
Claro dominio del Meridiano Antequera en un partido en el que nunca se pudo encontrar cómodo el conjunto madrileño, que se vio superado por los verdes de principio a fin. A los locales se les notó la calma de tener sus deberes prácticamente hechos y fueron capaces de demostrar su calidad en la pista con buen juego y sin ansiedad.
En el arranque, el partido se mantuvo igualado durante los primeros cinco minutos con un intercambio de goles entre ambos equipos, pero a partir del gol de Manuel Catalina para empatar a tres, los andaluces empezaron a imponer su autoridad endosando un parcial de 3-0 a cargo de Juanma Cabrera, Alberto Castro y Adrián Santamaría. El marcador reflejaba el 6-3 y la diferencia de tres tantos se mantuvo hasta la conclusión del primer acto sin problemas para el Meridiano Antequera, que a pesar de algunos errores, el Alcobendas no supo aprovecharlos. Los verdes podrían haberse ido al descanso aumentando la renta, de hecho, Quino Soler diseñó la última jugada en Tiempo Muerto, pero todo quedó en una falta directa que lanzó Alex Tello con maestría, pero sin éxito. Los andaluces se marchaban al vestuario ganando por 14 a 11.
En la reanudación, el Meridiano Antequera veía crecer su ventaja tras el gol inicial de Alberto Castro y la diferencia esta vez era de entre cuatro y tres goles, sin demasiadas preocupaciones, pero en el minuto 10, Adrián Santamaría abría una considerable brecha de cinco goles, 20-15. El BM. Alcobendas fue capaz de recortar para dejar la renta en tres (20-17), pero los verdes volvieron a hacer de las suyas y, pasando un minuto del ecuador del segundo acto, consiguieron su máxima renta, de seis tantos, dejando el marcador en 24-18.
Hasta el minuto 22, el Meridiano supo gestionar esa ventaja y era consciente de que el partido estaba prácticamente ganado, aunque encadenó una serie de errores con lanzamientos al poste o pérdidas de balón. Lo ciertos es la diferencia se redujo a la mitad y Quino Soler actuó de inmediato solicitando el Tiempo Muerto, porque no se podía permitir ese lapsus momentáneo teniendo el partido encauzado. No hubo menos renta a favor de los antequeranos que la de tres tantos y, en los últimos dos minutos, el banquillo empezó a celebrar la consecución de su objetivo delante de su afición.
Victoria por 26 a 23 bajo la gran ovación del público asistente al Fernando Argüelles en una calurosa tarde de balonmano muy alegre para el club que representa a la ciudad de Antequera por toda España.
Redacción y fotos: Leonardo Ruiz