El Ángel Ximenez Puente Genil ha ganado este sábado en Logroño, por 28-30, al Naturhouse, en un encuentro que ha servido para que los riojanos agudicen su crisis y prácticamente digan adiós a sus opciones de ser segundos.

El partido fue casi un "suicidio" del Naturhouse, que tuvo un segundo tiempo impropio de un equipo que aspira a la parte alta de la tabla, como si no creyera en sí mismo y en sus posibilidades de luchar con el Ademar por la segunda plaza.

En realidad, desde hace semanas sobrevuela por encima del Naturhouse el problema de cómo será el equipo de la próxima campaña si no tiene un patrocinio solvente; muchos jugadores, tanto de los que tienen contrato para el próximo año como de los que no, parecen afectados y lo demuestran en sus decisiones en el campo.

Y hoy ese problema se agudizó tras el descanso y llevó al conjunto cordobés a ponerse por delante en la recta final y a apenas sufrir para lograr un triunfo inesperado y sorprendente.

El inicio del choque ya fue un aviso. El Naturhouse no saltó centrado al partido y su defensa dio tantas facilidades que estuvo diez minutos por detrás en el marcador.

Pero poco a poco el equipo de Logroño fue imponiendo sus galones y demostrando su capacidad para marcar el ritmo de juego, con lo que logró ponerse por delante, con cortas ventajas, que alcanzaron la cota máxima al descanso, con tres goles para los riojanos (16-13).

El Naturhouse no creía en tener problemas este sábado y en el segundo tiempo "sesteó" demasiado, confiado en que seguía por delante en el marcador.

Pero el partido cada vez estaba más apretado (23-22 a un cuarto de hora del final) y el Naturhouse cada vez cometía más errores en sus acciones.

De hecho, el Puente Genil asistía atónito y cada vez más motivado a lo que estaba sucediendo; enfrente veía a muchos jugadores ofuscados y se disponía a aprovechar su momento.

Dio el primer zarpazo a diez minutos para acabar (25-26) y aunque luego el Naturhouse recuperó el mando, en la recta final del partido el equipo andaluz completó su trabajo.

Mientras el Naturhouse se perdía en protestas, en exclusiones "tontas" y en errores impensables para jugadores internacionales, el puente Genil se mantuvo tranquilo, se colocó un gol por delante, defendió con orden y en el último minuto marcó un último gol que le dio un meritorio -y merecido- triunfo.

Un triunfo que probablemente marcará un cambio de ciclo en el Naturhouse, porque ya ser segundo es casi una quimera y, en todo caso, depende del Ademar. Mientras, el Ángel Ximénez se asienta en mitad de la tabla.