Nueva victoria en casa del equipo de La Zubia en División de Honor Nacional, 4-2 ante el gallego Club del Mar. Iván Cuevas estaba subvencionado por la F. Andaluza para jugar el Open de Portugal; su ausencia convertía este partido en un examen del que vuelve a salir airoso gracias a los dos puntos de Dragos, 3-1 sobre Adrián Ferreira y 3-0 a Zhao Qiang, en un partido difícil a priori (Qiang es un chino de la misma quinta que Juanito, expertísimo y que sigue haciendo muchos puntos para su equipo, un 75%, 15 v, 5 d, ; había ganado 3-2 a Resti) con la presión añadida de evitar la incertidumbre del dobles; al punto ganado con mucha autoridad por Restituto Pérez 3-0 a Adrián Arias ( que había logrado el primer punto gallego 3-1 a Lucas Rodríguez); y al partido ganado por Lucas a Adrián Ferreira 3-2.

El partido se había puesto muy difícil con el 0-2. Era necesaria una actuación perfecta del equipo para remontar y es lo que pasó. Lucas  debutaba esta temporada en Honor. En Primera ha alternado muy buenas actuaciones con algunas derrotas no esperadas, provocadas por las dificultades para mantener el aplomo en partidos que llegan al 2-2 (las mil caras de la presión en competición; superar la presión también se entrena y es una capacidad que se mejora, pero con mucho y buen trabajo, y con una progresión menor incluso a la técnica). Con estas dudas llegaba al 2-2 (remontando un 0-2 de un partido decisivo para la victoria local, y al solventarlas bien encarriló la remontada y se ha ganado unos días de satisfacción en los entrenamientos, y algún aprendizaje para futuros partidos.

Cuartos en la tabla con dos victorias menos que los terceros pero también con dos partidos menos disputados. Los números de Dragos, 11-3 (78%) y de Restituto, 12-4 (75%), junto con Iván Cuevas, están haciendo que de la lucha por la permanencia con la que se iniciaba la temporada haya pasado a entrar en las quinielas para jugar la fase de ascenso. Con la respuesta que están dando estos jugadores al esfuerzo que hizo el club Bola de Partido, creo que lo que ahora toca es darle ambiente a los partidos de casa, llenando en lo posible la nave cepisa, a ver cómo responde el juego de estos jóvenes palistas ante un (respetuoso con el contrario) griterío apoyándolos.