Once segundos que jamás habían soñado
Club Programa Estrella
Mié, 20 Ene 2016
Alicia y Sara González Marco compartieron cancha por primera vez en partido oficial con Syngenta CB Almería

Son momentos que se guardan para siempre. Si hace 3 años le hubieran preguntado a estas dos hermanas si se veían compartiendo pista en Liga Femenina-2, se lo hubieran tomado a risa. Alicia afrontaba entonces su 1ª temporada inactiva tras una década militando en diversos equipos de esta categoría. Sara no perdía su afición jugando en el equipo de la Universidad de Almería.

 

En la casa de las González Marco el deporte siempre ha estado presente. Su madre, Alicia, fue jugadora del Hispania que llegó a competir a nivel nacional, y en los últimos años es una habitual de las carreras populares y pruebas de triatlón de la provincia. También Alicia hija frecuentaba este tipo de pruebas después de haber puesto punto y aparte en su trayectoria deportiva. Y ha sido gracias a esto por lo que se ha mantenido tan en forma durante estos años de inactividad baloncestística. Porque solo se trataba de adecuarse de nuevo al ritmo de competición: la técnica no se olvida y la calidad se tiene o no se tiene, y Alicia la tiene a espuertas.

 

Formadas ambas en las antiguas escuelas deportivas del club, Alicia se marchó siendo muy jovencita (cadete) a Barcelona a la cantera del Siglo XXI. Allí permaneció algunos años formando parte del equipo base de la selección española de categorías inferiores, llegando a debutar como internacional en el Europeo sub’18. Tras llegar a la primera plantilla del Siglo XXI en LF-2, pasó 10 temporadas en esta categoría, siendo una de las mejores jugadoras interiores del campeonato.

 

Por su parte, Sara ha alternado en estos años temporadas en la primera plantilla del club en 1ª Nacional, siendo una de las integrantes del equipo que consiguió el ascenso a LF-2, con otras disputando los campeonatos universitarios. Para esta temporada, se había reenganchado al club para ayudar al segundo equipo, que compite en 1ª Nacional con un extraordinario balance hasta la fecha.

 

Jugar juntas era algo que a Sara nunca se le había pasado por la cabeza. “Siempre viajábamos con mis padres a verla un partido al año y este año estaba muy contenta de que estuviera aquí en casa y poder ir a verla siempre, pero nunca hubiera imaginado que iba a pasarme un balón o a coger un rebote con ella”, algo que le llena de alegría a la vez que espera tener la oportunidad de disfrutar “de más minutillos con ella”.

 

Por su parte, a Alicia le gusta que su hermana “aprenda” de ella, aunque afirma que no le dio ningún consejo: “Yo no soy de dar consejos, pero aparte es que ella no los necesita; se busca bien sus minutos, o sus segundos, por ahora”, comenta entre risas. Ambas esperan que la situación vuelva a repetirse. “En casa, para que nuestra madre sea feliz”.

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