Jaén y Cantabria, unidas por los bolos.
Jue, 21 Dic 2017
Jugadores y representantes del bolo palma cántabro en la Federación Andaluza de Bolos visitan la Bolera Municipal de Cazorla para conocer el bolo andaluz.

En los siglos XV y XVI el juego de los bolos era una actividad común en la mayor parte del territorio nacional. En esos momentos las reglas y las formas de juego eran muy similares, derivadas de un juego centroeuropeo que en la Baja Edad Media, se extendió a la Península a través del Camino de Santiago, y es a partir de ese momento cuando la práctica evoluciona de forma distinta en los distintos lugares, dando lugar a más del medio centenar de modalidades que aún hoy perviven. En Andalucía todavía se practican cuatro modalidades, dos de ellas, los mizos cordobeses y los bolos almerienses de Chercos prácticamente desaparecidas, las mismas que en Cantabria, las cuales están protegidas por su Estatuto de Autonomía.

 

De ellas, el pasabolo tablón es una modalidad intermedia entre las dos formas del bolo andaluz que se practican en Jaén, con seguras conexiones históricas, tal vez a través de la industria de la madera. Sin embargo la modalidad más extendida es el bolo palma que, a tenor a las reglas y a las antiguas descripciones, es más próxima a los bolos medievales. De las dos modalidades jienennenses, la primera es más antigua y aún conserva lances y reglas del viejo juego, mientras que la segunda es el resultado de la evolución de la anterior y posiblemente es la forma de juego actual que presenta mayores diferencias del primigenio.

 

El bolo palma se practica en Andalucía desde el siglo XIX, concretamente en las provincias de Cádiz y Sevilla, por los emigrantes cántabros del Bajo Guadalquivir, conocidos en la zona como “jándalos”. Una representación bolística de esta modalidad se trasladó a la Municipal de Cazorla para que, de la mano de uno de los equipos punteros de bolo andaluz, pudiesen conocer las variantes serranas del juego. El vicepresidente de la FAB Serafín Fernández, acudió acompañado por tres campeones regionales del deporte cántabro, los tres pertenecientes a una de las estirpe bolísticas más relevantes del mismo, ya que representan a la segunda, tercera y cuarta generación de uno de los mitos de esta modalidad, el tricampeón nacional Calixto García. El hijo mayor de éste, José Manuel García, su nieto y bisnieto, ambos de nombre Alejandro, representan, cada uno en su categoría, el máximo nivel del bolo palma andaluz. 

 

Los jugadores de ascendencia montañesa fueron instruidos en el bolo andaluz por Ángel Moreno, Dani Moreno, Javi Navarro y Josemi Nieto, miembros del club de Cazorla, equipo que ha ganado las tres últimas Ligas Nacionales, y pudieron conocer particularidades y écnicas de las dos modalidades autóctonas andaluzas, así como las semejanzas y divergencias con las formas norteñas. 
 

Los participantes en el encuentro.

Galería de Imágenes

  • Alejandro García Valimaña, campeón de Andalucía infantil de bolo palma, mostró buenas maneras en el bolo andaluz.

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