La lluvia hizo acto de presencia en la Ciudad Deportiva para presenciar el comienzo del encuentro entre el RBB Féminas y el CFF Cáceres. Las de María Pry se encontraron el primer partido duro de pelar en lo que lleva de competición. Después de las victorias por goleadas que venían protagonizando las féminas, ayer se llevó a cabo un partido en el que el 1-0 se dio por bueno para seguir en lo más alto de la clasificación.

En partidos anteriores solo hacía falta dejar correr el reloj unos minutos para que el conjunto verdiblanco se pusiera por delante en el marcador y por lo tanto, el juego vistoso y de toque dejara como consecuencia un monologo de goles al rival. Pasaban los minutos y aunque el equipo llegaba con claridad al campo contrario, no llegaba el gol que abriera el marcador. Las béticas se encontraron a un Cáceres que venía con las ideas muy claras a la Ciudad Deportiva. Muy bien colocado en defensa, el equipo extremeño no dejó a las de Pry hacer el fútbol al que están acostumbradas. Las primeras ocasiones de las béticas llegaban a través de balones lejanos y tiros que salvó su portera Tatiana, la mejor de su equipo en el día de ayer, demostrando que es una de las mejores porteras de la categoría. Por su parte, Raquel, que entró por primera vez esta temporada en el 11 inicial en liga, tenía doble responsabilidad, demostrar que quiere y puede ser titular e igualar el récord de la pasada campaña. Raquel que no intervino mucho en el partido, sacó un guante decisivo para evitar que el partido se tornara aún más complicado de lo que era hasta el momento al final del primer tiempo. Sin cambios en el marcador, ambos equipos se marcharon al vestuario con empate a cero.

En la segunda mitad, las béticas salieron buscando el gol y lo encontraron. Apareció Nana para anotar el ansiado, el gol de la rabia y el coraje. Con este cambio en el marcador el conjunto verdiblanco esperaba que el Cáceres se fuera al ataque en busca del empate y que de este modo se pudieran encontrar más huecos para añadir ventaja al marcador. Esto no ocurrió, al gran despliegue defensivo del Cáceres se le añadió el poco acierto en los pases, la imprecisión y la poca fortuna de cara a gol de las de María Pry. Con el pitido final llegó el alivio para las locales que habían conseguido una sufrida victoria.

El próximo fin de semana frente al Híspalis servirá para corregir los errores y seguir en la senda de la victoria. Un nuevo record está en juego.

CLASIFICACIÓN