Syngenta CB Almería ya está de nuevo manos a la obra para preparar el siguiente compromiso liguero, el del domingo 11 de enero en el Pabellón Moisés Ruiz frente al UCAM Jairis, rival directo en la lucha por la permanencia en la Liga Femenina-2. El equipo almeriense se reincorporó ayer lunes a los entrenamientos a las órdenes de Paco Rueda y con varias bajas todavía, algunas por lesión, como Marina Aguilar y Alba García, que siguen sin estar disponibles (sí ha empezado a entrenar tras su lesión Ana Barea); otras por enfermedad, como Clara Cáceres; más las tres jugadoras con permiso del club para incorporarse más tarde, Nieves Merchán y las estadounidenses Jess Kitrys (a la que se espera hoy) y Tisha Riddle, último fichaje rojillo.

Aprovechando el primer entrenamiento tras la vuelta de las vacaciones navideñas y para despedir el año, la capitana Elena Rueda ha hecho balance de lo que ha sido este 2014, año histórico para el baloncesto almeriense, remarcando que “si nos centramos en el año en sí, hemos quedado campeonas de Andalucía y de 1ª División Nacional y hemos tenido la oportunidad de jugar en Liga Femenina-2”. Es por eso que, según Elena, “en lo deportivo no podemos pedirle más al año”.

Una Liga Femenina-2 en la que al Syngenta CB Almería le está costando conseguir la primera victoria. Son ocho las jornadas disputadas (7 en el caso del equipo almeriense, que tiene un encuentro aplazado) y el casillero de triunfos sigue a cero. “Está claro que a todos los deportistas nos gusta ganar y cuando ves que pierdes un partido tras otro es duro”, explica la capitana, aunque “yo creo que de las derrotas se aprende y sobre todo de la propia experiencia que se va adquiriendo”.

Una experiencia que es también una de las claves para no haber podido ganar aún. Han sido varios los partidos en los que el Syngenta CB Almería ha llegado con opciones hasta el final, “pero a lo mejor no sabemos jugar esos balones en esos minutos decisivos. No es que el balón queme, sino que igual fallamos 2 tiros y nos venimos un poco abajo. Nos hace falta creernos que podemos ganar cuando el partido está así”, apunta Rueda, que recuerda que “solo tenemos a Bea (Fernández) con experiencia en la categoría, para el resto es nuestra primera vez a este nivel”.

Una Liga Femenina-2 en la que “el principal cambio es físico; las jugadoras son más altas, más fuertes, más rápidas. Eso y que aquí si te despistas dos o tres minutos, como nos ha pasado varias veces, el rival no te perdona”, comenta. Para ayudar a ello llega la estadounidense EeTisha Riddle, una jugadora de 1.91 y 29 años que viene a tratar de solucionar los problemas de las rojillas en el juego interior.