Marcó diez goles en Valladolid y eso no se consigue todos los días en un partido de Asobal. De hecho fue la primera vez que Tomás Moreira lo conseguía en el que ya es su tercera temporada en la máxima categoría del balonmano español, aunque el gallego restara importancia a ese extremo y se quedara con la importancia de la victoria, que sobre todo "dará confianza y tranquilidad" a ese nuevo Ángel Ximénez-Avia para recibir al Frigoríficos Morrazo de Cangas este miércoles en Puente Genil en la primera de las jornadas intersemanales del campeonato.

"Había ganas de empezar bien y se logró una buena victoria. El equipo encontró esa vía de conexión conmigo en el pivote y llegaron mis goles, pero también fue clave la buena defensa que dejó a Valladolid en sólo ocho goles en la segunda parte", apostilló. Pero el que metió los goles cuando más falta hacían, al final de la primera parte, fue Tomás Moreira que encontró la red en diez de sus once lanzamientos para rozar el 100% de efectividad, porque el que falló se fue a la madera.

El joven jugador gallego, añadió que "ahora no hay que relajarse" porque este miércoles se encontrarán a un Cangas que "viene de perder" de diez tantos en su casa ante Puerto Sagunto, algo que "sin duda fue una sorpresa que nadie esperaba".

Por ello Moreira, confía en aprovechar ambas tendencias contrarias y que el Ángel Ximénez "no se vaya a topar con el habitual Cangas de siempre", que normalmente hace "unos buenos inicios de liga porque llevan muchos años jugando juntos". Precisamente ese argumento es el que le lleva a convertirse en un equipo "peligroso", dado que no se fía de sus paisanos pese a su mal arranque en la competición.