El deportista ijienenense se quedó a ocho kilómetros de Trevélez
No ha podido ser. Cuando los imponderables de fuerza mayor te impiden conseguir el objetivo no hay nada qué hacer. O mucho. Porque en el caso de Iván Ortiz así ha sido. Cuando un virus te afecta justo el día más inesperado no hay cuerpo humano que lo supere. Y aunque él ha puesto todo su empeño, a 8 kilómetros de Trevélez ha tenido que detenerse, parar y decir "hasta aquí hemos llegado"....